martes, 2 de agosto de 2011

ÉXODO


Buenas tardes amados alumnos hoy martes continuamos con Éxodo 3-4




ÉXODO 3-4

    Un  nuevo día amaneció y todo cambiaría para Moisés. Cuando esa mañana salió con sus ovejas, no tenía idea de que se encontraría con Dios. Vale la pena estar listo, porque nunca sabemos lo que Dios tiene planeado para nosotros.

I. DIOS SE APARECE A MOISÉS(3:1-6)

    La zarza ardiendo tiene una significación triple, fue un cuadro de Dios (Dt. 33:16), porque reveló su gloria y poder, sin embargo, no se consumió Moisés necesitaba que se le recordara la gloria y el poder de Dios, porque estaba a punto de acometer una tarea imposible. Segundo, la zarza simbolizaba a Israel atravesando el fuego de la aflicción, per no se consumía. ¡Cuantas veces naciones han tratado de exterminar a los judíos y han fallado! Por último, la zarza ilustraba a Moisés, un pastor humilde, ¡que con la ayuda de Dios sería un fuego que no se podría apagar! Nótese que Moisés fue llevado al lugar donde se inclinó ante Dios y le adoró con asombro, porque este es el verdadero comienzo del servicio cristiano. Los siervos que saben cómo quitarse los zapatos en humildad, Dios los puede usar para andar en  poder. Más tarde vemos que antes de que Dios llamara a Isaías, reveló su gloria (Is 6). El recuerdo de la zarza ardiendo debe haber animado a Moisés durante más de una milla trabajosa en el desierto.

II. DIOS DESIGNA A MOISÉS (3:7-10)

    <<He visto[...]he descendido>>. ¡Qué mensaje de gracia! Moisés a menudo se preguntaba acerca de la condición de su querido pueblo y ahora se le muestra que Dios siempre los había vigilado. Podemos fácilmente aplicar estos versículos a la situación cuando Cristo nació en la Persona de su Hijo para librar a los hombres del pecado. Dios tiene un plan definido para sacarlos y llevarlos a la tierra prometida. Lo que Él empieza, lo termina.
    Moisés se regocijó al oír que Dios estaba a punto de liberar a Israel, ¡pero entonces oyó las nuevas de que él era el libertador! <<Te enviaré>>. Desafortunadamente Moisés no contestó: <<Heme aquí, enviame a mí>> (Is 6:8).


III. DIOS RESPONDE A MOISÉS (3:11-4:17)

    Moisés no estuvo de acuerdo de inmediato con el plan de Dios de enviarlo.  ¿No era un fracaso? ¿No tenía familia? ¿No era demasiado viejo? Tal vez estos y otros argumentos pasaron por su mente, pero expresó por lo menos cuatro objeciones ese día mientras discutía con Dios respecto a la voluntad de Dios para su vida.


Amados alumnos que Dios les bendiga....

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