viernes, 3 de junio de 2011

GÉNESIS 28

Amados alumnos virtuales buenos días que Dios les bendiga.




Hoy continuamos con Génesis 28














IV. EL VOTO (28:16-22)
   <<No es otra cosa que casa de Dios>>, esclamó Jacob, porque el nombre Bet-el significa <<casa de Dios>>. Su experiencia esa noche no sólo lo cambiaría a él, sino que cambió el nombre del lugar donde durmió. Para conmemorar el hecho Jacob erigió una señal y la hizo un altar, derramando sobre él una ofrenda al Señor. Años más tarde, cuando regresó a Bet-el, Jacob repitió este acto de consagración (35:9-15). Este acto de fe (aunque motivado por el temor) fue la manera de Jacob de consagrarse a Dios. (Véase Flp 2:17, donde <<ofrecido>> es literalmente <<derramado>>.) ¡Es maravilloso que por fe un creyente puede convertir una <<almohada>> en una <<señal>>!
    Se han sugerido dos interpretaciones respecto al voto de Jacob: (1) que regateaba con Dios al decir: <<Si...si...>>; (2) que mostraba fe en Dios, puesto que la palabra hebrea puede traducirse: <<puesto que...puesto que...>> Este es  en realidad el primer voto que aparece en la Biblia. Es probable que ambas interpretaciones sean ciertas; Jacob creyó en la Palabra de Dios, pero todavía tenía bastante del <<viejo hombre>> como para tratar de regatear con Dios como lo hizo con Esaú e Isaac. Estaba tan acostumbrado a las <<tretas>> que trató de urdir su camino para la bendición de Dios. Al final. esto se mostró y resolvió en Jacob (Gn 32). Jacob regresó a su casa en paz (Gn 35:27-29) y practicó el diezmo (v.22). Se dio cuenta de que su dedicación a Dios no significaba nada a menos que sus bienes materiales estuvieran también bajo su control. Abraham practicó el diezmo (14:20) y en ambos casos la ley todavía no se había dado. Los que dicen que el diezmo no es para esta edad de gracia yerran el hecho de que los primeros santos practicaron el diezmo.
     Fue su experesión de fe y obediencia al Señor lo que les guiaba, guardaba y sustentaba.
    Jacob no siempre vivió de acuerdo a este voto en los años subsiguientes .<<Encontró su igual>> en Labán. que también era un tramposo. Durante veinte años los dos trataron entre sí de ganarle al otro la partida, pero al final, se disciplinó a Jacob y Dios cumplió sus promesas. Es bueno que nosotros los creyentes tengamos un  <<Bet-el>> en nuestras vidas, un lugar donde nos encontremos con Dios de una manera seria y hagamos algunos compromisos definitivos con Él. Si nos alejamos del Señor, siempre podemos <<regresar a Bet-el>> (Gn 35:9-15) y renovar nuestros votos. Jacob es una ilustración del conflicto entre las dos naturaleza, porque siempre batallaba con la carne y trataba de depender de sus capacidades y planes. ¡Qué bueno es saber que Dios vigila a sus hijos descarriados!


      Amados alumnos que Dios les bendiga 

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