lunes, 20 de junio de 2011

GÉNESIS 37-40

Amados alumnos virtuales que bueno es estar de nuevo en clase hoy lunes continuamos en el libro de Génesis 37-40








D. LA AFLICCIÓN DE JACOB (vv. 29-36).

    Años antes Jacob había matado un cabrito para engañar a su padre (27:9) y ahora sus hijos lo engañan de la misma manera. Cosechando lo que sembramos. Jacob pasó los siguientes veinte años en tristeza, creyendo que José estaba muerto. Pensó que todo estaba en su contra (Gn 42:36), cuando en realidad todo obraba para su bien (Ro 8:28). Dios envió a José de antemano para preparar el camino para la preservación de Israel como nación.

II. JOSÉ EL MAYORDOMO FIEL (38-39)

     El capítulo 38 presenta un cuadro sórdido, mostrando a Judá sucumbiendo a los deseos de la carne. Es un contraste completo con la pureza de José (39:7-13). Judá estaba dispuesto a vender a su hermano como esclavo y, sin embargo, él mismo era un <<esclavo del pecado>> (Jn 8:34). Incluso allí, <<cuando el pecado abunda, la gracia sobreabunda>> (Ro 5:20), porque vemos que Tamar se incluye en el linaje humano de Cristo (Mt 1:3). Nótese que Judá fue más riguroso con los demás que consigo mismo (v. 24). Como David, ¡quería jusgar al <<pecador>> hasta que descubrió que él era el pecador!
    Jacob trató de escudar a José de las responsabilidades del trabajo, pero Dios sabía que José nunca podría ser un gobernante si antes no era un siervo (Mt 25:21). Dios usó tres disciplinas en la vida de José para prepararlo para  ser el segundo al mando en Egipto:

A. LA DISCIPLINA DEL SERVICIO ( 39:1-6).

    José cambió su <<túnica multicolor>> por el delantal del criado, y Dios le obligó a aprender a trabajar. De esta manera, aprendió la humildad (1P 5:5-6) y la importancia de obedecer órdenes.
    Debido a que José fue fiel en lo poco, Dios le promovió a cosas mayores. Véase Proverbios 22:29 y 12:24.

B. LA DISCIPLINA DEL DOMINIO PROPIO (39:7-18).

    La madre de José era una mujer hermosa y sin duda el hijo heredó sus rasgos (29:17). Las mujeres egipcias eran conocidas por su infidelidad, pero José no cedió. Dios estaba probándolo, porque si José no podía auto controlarse como siervo, nunca podría controlar a otros como gobernante. Pudiera haber aducido: <<¡Nadie lo va a saber!>> o <<¡Todo el mundo lo hace!>> Pero, en lugar de eso, vivía para agradar a Dios y se cuido de no proveer para la carne (Ro 13:14). <<¡Huye de las pasiones juveniles!>>, amonestó Pablo (2 Ti 2:22), y esto fue exactamente lo que José hizo. Como dijera el predicador puritano: José perdió su túnica pero conservó su carácter. Demasiadas personas han fallado es esta disciplina y Dios ha tenido que echarlas a un lado (1 Co 9:24-27; Pr 16:32; 25:28)


Amados Alumnos que Dios les bendiga y recuerden que para nosotros es importante su opinión sobre la Escuela de la Biblia 


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