C. DIVISIÓN (29:31-30:24).
Por lo general, cuando el matrimonio empieza con el pecado, hay división y desdicha en el hogar. Al principio ninguna de las dos esposas le daban hijos,pero era obvio que Jacob quería más a Raquel y que <<menospreciaba>> (detestaba, v.31) a Lea. De modo que Dios honró a Lea dándole cuatro hijos: Ruvén (<<¡vean, un hijo!>>), Simeón (<<oír>>),Leví (<<unido) y Judá (<<alabanza>>). Esto fue en respuesta a las oraciones de Lea ( véanse 29:33; 30:6, 17, 22). Raquel no pudo evitar sentir envidia por su hermana y su envidia creó ira y discordia entre ella y Jacob. En lugar de perder los estribos, Jacob debía haber orado respecto al problema, como lo hicieron sus padres años antes (25:19-23). La solución humana fue que Jacob se uniera a Bilha, la cual procreó a Dan (<<juicio<<) y a Neftalí (<<luchar>>). Lea siguió al darle a Zilpa, quien procreó a Gad (<<tropa>>) y Aser (<<buena fortuna>>). Es obvio que Jacob no tenía un hogar espiritual: Sus esposas andaban en discordia y lo usaban como instrumentos de sus planes (3o:14-16). Raquel hasta le interesaban los ídolos (31:19). No leemos que haya habido un altar en su casa y los tristes resultados no son difícil de verse. Lea tuvo dos hijos más: Isacar (<<recompensa, paga>>) y Zabulón (<<mora>>); y Raquel le dio a Jacob su querido José (<<que Él añada>>). Más adelante daría a luz a Benjamín (<<hijo de mi mano derecha>>). Más adelante daría a luz a Benjam´n (<<hijo de mi mano derecha>>) y entonces moriría (35:16-20). Jacob también tuvo varias hijas (30:21; 37:35; 46,15).
Este recuento abarca catorce años de la vida de Jacob; años de sudor, prueba y aflicción. Dios usó a Labán y las circunstancias difíciles de la vida para disciplinar a Jacob y prepararlo para las tareas que se avecinaban.
Que Dios le bendiga y recuerde queremos su testimonio
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